William F. Pepper
Título original: An Act of State. The Execution of Martin Luther King
Publicado originalmente por Verso.
Foca, ediciones y distribuciones generales, S.L., 2003
Traducción de Hugo Romero Fernández-Sancho
ISBN: 84-95440-42-3
Sinopsis:
En la tarde del 4
de abril de 1968, Martin Luther King se encontraba en Memphis apoyando una
huelga de los trabajadores de la ciudad. Al caer el día tiradores de élite se
hallaban apostados para abatirlo si así se les ordenaba. Dos funcionarios
militares estaban situados en el tejado de un parque de bomberos situado en las
proximidades del Lorrain Motel en el que se alojaba Luther King, para
fotografiar los hechos. Dos bomberos negros habían recibido la orden de no
presentarse a trabajar ese día y un
detective negro del Departamento de Memphis destacado en labores de vigilancia
en el mencionado parque de bomberos fue físicamente retirado del puesto y
llevado a casa. La habitación asignada al Dr. King en el motel donde se alojaba
-que se situaba en la planta baja y era totalmente inaccesible desde el
exterior- había sido cambiada por la habitación 306 que tenía acceso al balcón
corrido del otro edificio. Loyd Jowers, propietario del Jim´s
Grill situado en la parte posterior de éste al otro lado de la calle, ya había
recibido $100.000 en efectivo por participar en el asesinato. Tenía que salir a
una pequeña área boscosa situada detrás de su restaurante y recoger el arma
nada más que se efectuase el disparo fatal.
Cuando tras la confusión inicial se descubre el cuerpo sin vida del
King, ya se había puesto en marcha un proceso de limpieza del lugar de los
hechos. James Earl Ray fue hábilmente colocado en la escena del crimen, los
tiradores desaparecieron, todos los testigos que no pudieron ser controlados
fueron asesinados y la escena del crimen fue destrozada.
William Pepper,
abogado y amigo de Dr King y de su familia, llegó a la convicción, tras años de
investigación, de que Ray no fue quien disparó, si no que King había sido
objeto de una conspiración más vasta para detener el movimiento anti guerra e
impedir que su liderazgo se fortaleciese en la prometedora Campaña por la Gente
Pobre que el líder negro dirigía en 1968. En 1988 tras diez años de
investigaciones, Pepper decidió representar procesalmente a Ray. Aunque nunca
logró apelar con éxito la sentencia antes de la muerte de éste, si consiguió
construir una minuciosa acusación contra los perpetradores reales del crimen.
En 1999, Loyd Jowers y otros conspiradores se sentaron en el banquillo acusados
de asesinato en nombre de la familia King. 70 testigos expusieron los detalles
de la conspiración urdida para asesinar a King, en la que estaban implicados J.
Edgar Hoover y el FBI, Richard Helms y la CIA, el Departamento de Defensa
estadounidense, la policía de Memphis, y figuras destacadas del crimen
organizado de Memphis y Nueva Orleans. Las pruebas eran irrefutables. El jurado
sólo necesito una hora para dictaminar a favor de la familia King, que ha
declarado por boca de Correta Scott King -viuda de Martin Luther King- que finalmente
se han aclarado las circunstancias de la muerte de su marido y se ha rasgado el
velo de imposturas y mentiras que rodearon el enjuiciamiento de su asesinato.
Pero el silencio que siguió a estas impactantes revelaciones fue ensordecedor.
Como había sucedido a lo larga de todas las investigaciones que siguieron a su
ejecución, ninguno de los grandes medios de comunicación se ocupó de la
historia. Fue realmente sepultada.
Hasta ahora, los
detalles, las pruebas y las personalidades de todos estos siniestros personajes
no habían visto la luz. En Un acto de
Estado. La Ejecución de Martin Luther King, encontramos finalmente la
verdad: como el gobierno de Estados unidos derribó uno de los movimientos
sociales dotados de mayor poder galvanizador matando sin contemplaciones a su
líder.